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PROYECTO EL MONTE – EL CAMBIO DE DON MIGUEL

El monte, una comuna de la región metropolitana, perteneciente a la providencia de Talagante, a 120 km de Santiago aproximadamente, es justo allí donde se encuentra la parcela de Don Miguel. Doce hectáreas de cultivo de frutas y verduras, desde manzanas hasta tomates y lechugas.

Un “Motor de camión modificado” ubicado en un galpón del terreno suena estruendosamente gran parte del día, se trata de un generador diésel de los años 80’, quien es el responsable de abastecer de electricidad para que los cultivos produzcan temporada tras temporada.

El ruido es abrumante y molesto, tanto así que dificulta cualquier conversación que se tenga cerca del galpón, así lo notamos al querer dialogar con don Miguel, quien nos dice «este ruido es de todos los días, ya uno se acostumbra”.

Don Miguel es esposo, padre y orgullosamente hombre de campo, siempre lo ha sido, es la única forma de trabajo que conoce. Su sencillez y cautela al hablar nos deja entre ver que tuvo un pasar difícil, en donde la palabra esfuerzo toma protagonismo. Un hombre de pocas palabras, reservado y reacio a las cámaras, eso si, nos menciona de forma clara que “con el nuevo motor, cambia harto la cosa”

Se reemplazó el Diésel por un motor con variador de frecuencia, el cual regula la frecuencia, administrando así de manera más eficiente el caudal de agua. Los beneficios son muchos, así lo entiende Don Miguel, quien reconoce que ahora podrá descansar del ruido, pero no solo eso, además sabe que con este cambio está ayudando al planeta, al dejar de contaminar y al consumir energía limpia. También, sabe y tiene la certeza – ya que en lo que respecta a números, don Miguel conoce negocio- que en cuanto a lo económico también ganará, recuperando su inversión en el mediano plazo.

Don miguel es un claro ejemplo que no hay edad, ni limitantes para querer hacer el mismo trabajo, pero ahora de una manera más consciente, involucrase es el camino, querer hacer el cambio es la palabra clave.

Historias como estas le agregan valor a lo que hacemos y nos motiva a diario a seguir trabajando para seguir aportando en la construcción de un mundo más sustentable, uno en donde todos nos involucremos y participemos de esta gran revolución.