Nicolás Salinas, es trabajador de Farmacias Knop, es el colaborador que todos quisieran tener en su equipo, con una disposición enorme, con capacidades para realizar muchas labores y capaz de salvar el día en más de una oportunidad.
El año pasado tomó un curso en SER-CAP, especialistas en capacitaciones de energías renovables, con el propósito de aprender más de sistemas fotovoltaicos y encontrar en ello, una oportunidad de desarrollo, tanto profesional como personal.
Posterior a esto, tomó contacto con nosotros, y lo asesoramos en los aspectos técnicos para la instalación de un sistema fotovoltaico, el cual se implementaría en el sur de nuestro país, en Puerto Pirihueico exactamente, un pequeño pueblo de 25 familias aproximadamente, a 68 km de Panguipulli, en donde la única opción de llegar es en barcaza.
Al pedirle que nos contara qué lo movió y cuál ha sido su experiencia con su primer proyecto que realizó recientemente, esto es lo que nos cuenta.
«Mi meta solar es ir de la mano con el medio ambiente, no podemos ignorar lo que está sucediendo a nivel mundial, además de considerar que esta fuente de energía es genial. Por lo mismo, quise aprender, entendiendo que es el trabajo del futuro, pero no solo eso, sino que con lo que haré ayudaré a cuidar el planeta e ir en sintonía con el medio ambiente. Es en este sentido que realizarme profesionalmente en esto es bastante satisfactorio, ya que puedo transmitir lo aprendido a otras personas, permitiendo que cada vez sean más los que se sumen y concienticen de la importancia de cuidar nuestro entorno”.
“Mi decisión de adquirir el sistema fotovoltaico, va de la mano con mis convicciones, un día dije, quiero aprender de energías renovables y en un futuro cercano estar instalando sistemas fotovoltaicos y con ello ayudar a cuidar el planeta mediante el uso de energía limpia. Pero este sentir no llegó de un día para otro, es algo que desde años me daba vueltas en la cabeza, sentía que podía seguir haciendo lo que hago, pero de manera más consciente e involucrada con lo que se viene”.
“Respecto a mi experiencia, esta me pega muy fuerte, ya que no instalé paneles solares en la ciudad o en un entorno urbano, donde están acostumbrados a tener luz, sino que esta instalación fue en Pirihueico, un lugar carente de muchas cosas básicas, de gente humilde y trabajadora».
«Fue mágico, porque aquí la gente no tiene luz, solamente ocupaban un generador de las 21.00 a las 0.00 de la noche por temas de consumo de petróleo. Por lo que llevar este sistema en beneficio de ellos fue maravilloso, tenia muchas ganas de echarlo andar y al ver la felicidad y sonrisas de personas que vivieron una vida sin luz y ahora tener energía y mejor aún que sea limpia, es eso mismo lo que hace de mi experiencia algo mágico”.
Hoy, Nicolás sigue aprendiendo y especializándose en sistemas fotovoltaicos, contándonos que con su primer proyecto le fue tan bien, que lo han seguido contactando para que realizara más proyectos fotovoltaicos en la misma zona, de los cuales nos menciona emocionado que ya tiene 2 proyectos cerrados para este año.
Celebramos los triunfos de nuestros colegas y nos alegramos de sus logros, ya que sabemos que todo lo conseguido va en beneficio de nuestro planeta y de dejar un mejor país a las próximas generaciones.